Los orígenes del cacao son un tanto inciertos. Hay dos teorías opuestas acerca de donde es originario el arbol del cacao. Una plantea que tuvo su origen en la cuenca del rio Amazonas y de ahí se extendió hasta llegar al sureste de Méjico. Y la otra, nos plantea que se originó en el sureste de Méjico y de ahí se expandió hasta el Amazonas.
Independientemente de sus orígenes, el cacao ya se conocía en América del Sur mucho antes de su conquista por los españoles. De lo que sí se tiene constancia, es de que el primer europeo que probó el cacao (en forma de bebida), fue Cristóbal Colón en 1502. Y fue él mismo quien les trajo muestras a los Reyes Católicos a su vuelta de América.
Lamentablemente, la primera toma de contacto no fue muy del agrado de los Reyes por el sabor amargo y picante del cacao. Algunos años más tarde, en 1528, fue Hernán Cortés quien lo trajo a la corte de Carlos I y de ahí se introdujo en toda Europa.
Dejando a parte la historia del cacao, los beneficios de la chocoterapia son múltiples:
- Hidrata y remineraliza la piel.
- Es muy nutritivo.
- Se trata de un excelente drenante.
- Es anticelulítico.
- Mejora el estrés.
- Aumenta la circulación sanguinea y linfática.
- Tonifica.
- Actúa sobre el sistema nervioso como antidepresivo.
El tratamiento se realiza en 3 pasos:
- Primero te realizarán un peeling corporal.
- Después te pondrán una capa muy fina de cacao por todo el cuerpo (100% cacao que resultaría amargo al gusto ya que no lleva ningún aditivo). Te lo cubriran con un film transparente o plástico y encima te pondrán una manta eléctrica durante, aproximadamente, 20 minutos.
- Finalmente, te quitarán el chocolate y te harán un masaje relajante.
Éste, por todos los beneficios que te aporta, podría ser un tratamiento perfecto para unos días antes de tu Boda, para relajarte y para lucir ese día una piel estupenda.
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